DE LA REDACCIÓN
EL BUEN TONO
CÓRDOBA.- La industria automotriz ha sufrido una serie de impactos a nivel global que han afectado la distribución y precios de vehículos. Sin embargo, Luis Carlos Palomar Mendoza, director de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores en Veracruz (AMDA), señaló que la distribución de unidades nuevas se ha ido recuperando.
Antes de la crisis, el tiempo de espera para un vehículo nuevo podía alcanzar los seis meses, pero ahora el tiempo de entrega es de entre tres semanas a un mes y medio, dependiendo de la marca y la concesionaria.
Palomar explicó que el mercado se está estabilizando, aunque los costos de los vehículos han aumentado en torno al 8.3% debido a la inflación, la escasez de chips y la falta de inventario.
Este aumento es cercano a la inflación que cerró el año pasado en 7.9%. Además, los ajustes que ha significado la falta de inventario y los incrementos de las materias primas también han tenido un impacto en los precios.
A pesar de los tiempos largos de espera y los aumentos en los precios, la demanda de unidades ha ido en incremento.
En enero de este año, el mercado automotriz en México creció un 10%, con la venta de 3,600 unidades, lo que indica que el mercado sigue activo y creciendo.
El sector automotriz se ha mantenido al alza, incluso en el segmento de seminuevos. La venta de vehículos usados subió un 25% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Esto se debe a que muchas personas que no pueden permitirse el lujo de comprar un coche nuevo, optan por los seminuevos.
Palomar hizo hincapié en que, a pesar de la situación actual, las concesionarias están haciendo todo lo posible para mantener el stock de vehículos y satisfacer la demanda. Sin embargo, aún hay desafíos por delante.
La escasez de chips ha sido uno de los principales obstáculos, ya que estos componentes son esenciales para la producción de automóviles modernos.
A pesar de los retos, la industria automotriz sigue siendo un sector importante de la economía mexicana.
Los fabricantes de automóviles y sus proveedores emplean a miles de personas en todo el país y son una fuente vital de ingresos para muchas comunidades.
