De la Redacción
El Buen Tono
Ixhuatlán.- Jorge de Gabriel Hernández, un orgulloso caficultor de tercera generación, gran parte de su vida está en el campo, dedicado a la siembra y producción de café.
Tiene 24 años de experiencia en el sector, por lo que enfrentó numerosos cambios, desafíos y enfermedades que afectan el cultivo del grano, pero aprendió a adaptarse y mantener sus cultivos para llevar su producto a miles de personas en la Republica.
Hernández experimentó una importante evolución en el proceso de producción del aromático, desde el cultivo convencional hasta la transición a la variedad orgánica y, finalmente, el de especialidad. Además, logró expandir su mercado, ofreciéndolo en grano, molido y tostado; contempla la posibilidad de comercializar la taza de excelencia en el futuro.
Trayecto
Sin embargo, el camino para llegar hasta donde se encuentra fue difícil.
Precisó que uno de los mayores desafíos es aceptar que hay cambios y adaptarse a ellos, tanto en el proceso de producción como en la mentalidad de las personas que laboran en el campo, para enfocarla al cuidado del ambiente y la tierra, dejando de lado el uso de químicos y utilizando abonos naturales.
Otro obstáculo que enfrenta la comunidad cafetalera, añadió, es la falta de comunicación entre los cortadores, lo que dificulta la obtención de mejores beneficios para la exportación. Antes, eran los productores los que buscaban el mercado, pero ahora los compradores vienen al municipio y se venden en equipo cerca de 300 sacos que ningún productor cosecha.
El coyotaje también sigue un problema durante los tiempos de cosecha, ya que los intermediarios ofrecen precios más bajos a los cafeticultores, quienes a menudo se ven obligados a vender su cosecha por debajo del costo justo o real.