Emilio González
el buen tono
Xoxocotla.- Sin importar la procedencia o la calidad de la bebida, el alcohol en comunidades de las Altas Montañas mata más gente pobre que la heroína, la cocaína, el cristal, el cemento, las metanfetaminas y el resto de drogas juntas. Los alcaldes autorizan permisos para su venta sin control. Existen más cantinas clandestinas que escuelas en la zona serrana.
Es lastimoso que en los municipios más pobres y de alta marginación, los indígenas mueran de alcoholismo en sus humildes hogares, acusa Juan “X”, miembro de la oficina intergrupal de Alcohólicos Anónimos (AA).
“El problema es que venden alcohol adulterado en tienditas y piqueras. Con 20 y 30 pesos ya se emborracharon desde adolescentes hasta adultos que cayeron en el infierno del alcoholismo”, añadió.
Reveló que comerciantes para aumentar sus ventas revuelven alcohol de caña con metanol que en poco tiempo causa la intoxicación del cuerpo con ese veneno.
“Cuando afecta a las zonas rurales y más pobres, las muertes por alcoholismo no es noticia”, abundó.
Lamentó que a ninguna autoridad le importe el fallecimiento de indígenas por consumo de alcohol adulterado y cerveza de mala calidad que compran los políticos de la sierra a bajo precio en Puebla con los que se roban el producto durante accidentes.