De la Redacción
el buen tono
Estado.- El escándalo de corrupción que ha salido a la luz en Veracruz y que involucra a la sobrina del presidente López Obrador, es una muestra más de la corrupción que permea en el país. Araly funge como responsable administrativa en la Secretaría de Salud, con vínculos a la empresa fantasma con razón social Ferreconstrucciones LH.
Este caso específico llevó al presidente de México a viajar a Veracruz para exigir explicaciones al gobernador Cuitláhuac García Jiménez y para saber qué está ocurriendo en las secretarías de Finanzas y de Salud.
La familiar de AMLO está siendo relacionada con negocios con empresas fantasma, en los cuales se ha mencionado la posible implicación del subsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero, en complicidad con sus hijos Eleazar, en la SSP, y Nitzia, en el DIF.
También se han revelado detalles de una red de empresas, representantes, accionistas y sedes ubicadas en casas en el área urbana. Se cree que esta empresa fantasma ha realizado negocios por más de 100 millones de pesos.
Supuestamente, Araly era la pantalla de un funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública, mismo que fue quien la embarcó.
Se informó además que la familiar del presidente de México es accionista en la empresa Corporativo de Construcción y Urbanización del Centro S.A de C.V., y se ha dado a conocer una lista de cómplices en la Secretaría de Salud que han realizado compras millonarias en beneficio de Araly.
Se supo que las “obras fantasma” fueron pagadas a proveedores por más de 900 millones de pesos, tan solo en 2019.