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La cuadratura del círculo

Superiberia

La presidenta del PRI en el estado, Elizabeth Morales, sabe, sin duda, que la elección del 2015 no será un día de paseo.

Pero el distrito de Orizaba, es un tema más complicado. Le explico.

Hasta hace dos décadas, el PRI, hay que admitirlo, mantenía una hegemonía importante. Dominaba en la mayoría de las alcaldías de los municipios de la región, pero además era dueño absoluto de la diputación, local y federal. No había ningún partido que lo venciera.

En el año 2000 empezó la debacle. Fidel Kuri Grajales, Guillermina Esquivel y más reciente Eva Campos Solano, son los priistas que fueron derrotados en las urnas por los panistas que sin mayor antecedente los dejaron atrás en los resultados electorales.

Hoy, a menos de un año de la elección federal, la que el presidente Enrique Peña quiere ganar por amplia mayoría y así tener un Congreso de la Unión a modo, el problema es inmenso y lo que le sigue.

En Orizaba, cabecera de distrito no hay un liderazgo real que permita adelantar un posible candidato que unifique al priismo que cada día es menor en los municipios que lo conforman. 

Los grupos que en su momento encabezaron el propio Fidel Kuri; Martín Cabrera; Víctor García, Eustacio Mendizábal e incluso Víctor Castelán, han sido desdeñados por la clase gobernante.

Vamos, no hay un acercamiento entre los gobernantes y los grupos que integran su partido, el PRI. 

El distanciamiento de Juan Manuel Diez con los priistas es más que evidente. El mejor ejemplo se tiene en la presidencia municipal, en donde salvo los ediles priistas, no hay funcionarios que militen en otrora partido aplanadora.

La lejanía es recíproca. Basta escuchar, por ejemplo, en los restaurantes o cafés, las expresiones de los mismos priistas que de plano rechazan al alcalde como el líder político ya no del distrito sino de la ciudad.

Hay un gran divorcio de la clase política y eso, sin duda, será aprovechado por los panistas en especial.

Si hoy el PRI emitiera su convocatoria, no hay un único priista que garantice ganar la elección. 

Cada quien camina por su lado y por ello tendrán el pago de su soberbia política. Este escenario le favorece a los intereses del alcalde, quien será, al final del día el que proponga al candidato a gobernador y obvio que será alguien de su círculo de confianza y es un hecho que será un empresario que con dinero intente ganar la elección de junio del año siguiente.

Ya quedó visto que las improvisaciones cuestan y mucho. Bastaría preguntarle a la doctora Eva Campos Solano, con una inmejorable reputación como profesionista, pero que no le alcanzó para ganar la elección de hace un año, frente al empresario y ahora diputado local Alejandro Zairick.

Los priistas, se ha comentado, prefieren volver a perder la elección que apoyar al grupo de Juan Manuel Diez Francos, quien por cierto, tampoco le importa el apoyo de los políticos de la ciudad. Él, se asegura, está convencido que hará ganar a quien elija como candidato a diputado federal.

En los números, al menos de la mayoría de los municipios que conforman el distrito de Orizaba, no le son favorable al PRI. Nogales y Río Blanco gobierna el PAN; Orizaba el PRI; Mariano Escobedo el PRD al igual que en Ixhuatlancillo y en la Perla el PRI, pero con un escaso margen sobre el PAN.

En los municipios de la zona de Coscomatepec, el escenario es similar y eso, sin duda debe preocuparle a la presidenta del PRI en el estado, pero bueno a la exalcaldesa de Xalapa quizá no le importe, toda vez que ella, no será quien conduzca la elección del 2015, porque ella también será candidato al Congreso de la Unión.

En resumen, los priistas de Orizaba están más que divididos. No hay y no aceptan entre ellos mismos, un liderazgo que le pueda arrebatar a Juan Manuel Diez el contacto político que tiene con Javier Duarte. Entre ellos, pese a lo que se diga, hay un contacto estrecho, mientras que con el resto de los priistas, sólo institucionalidad.

Pueden surgir muchos nombres como probables candidatos, pero es un hecho que ninguno de los que surjan llevará el visto bueno de Juan Manuel Diez.

Él sin duda, será el gran dedo elector, el que decida a quien colocará en la candidatura aunque se duda que vaya a ser quien financie la campaña.

Juan Manuel Diez sabe que debe entregar buenas cuentas al gobernador, ya le perdonaron que haya perdido la elección local de hace un año, pero en esta ocasión la elección es muy trascendente. Enrique Peña Nieto, ya no quiere tener los mismos problemas que enfrenta con el legislativo federal.

Quiere ganar a como dé lugar y por lo tanto en Veracruz, más que en otro estado, los priistas están obligados a dar buenos resultados.

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