Roma.- El Vaticano rompió su tradicional posición pacifista y aprobó los bombardeos contra las posiciones yihadistas en el norte de Irak con el fin de proteger las minorías, sobre todo cristianas, ante la grave e imprevisible situación en Oriente Próximo.
Después a la condena pronunciada en 2003 por la invasión de Estados Unidos a Irak y al rechazo a la amenaza de una intervención militar en el 2013, el Vaticano cambió su doctrina de cara al peligro que constituye la ofensiva del grupo armado Estado Islámico (EI), la cual podría afectar la geografía política, económica y religiosa de la región.
El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, monseñor Silvano Tomasi, justificó el bombardeo de Estados Unidos en una entrevista a Radio Vaticano.
“Había que intervenir ahora, antes de que sea demasiado tarde”, declaró el diplomático de la Santa Sede.
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