Un turista de origen polaco se subió a la pirámide de El Castillo de Chichén Itzá, a pesar de que está prohibido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Su comportamiento provocó el enojo de otros visitantes, quienes lo golpearon al descender.
El extranjero subió hasta lo más alto del edificio prehispánico, pero a los pocos segundos fue alcanzado por los custodios del INAH, quienes lo invitaron a bajar y se lo entregaron a la Policía Municipal de Tinum.