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La epidemia

Superiberia

La Organización Mundial de la Salud declaró el brote de ébola en África como emergencia pública sanitaria internacional. Su directora general, Margaret Chan, pidió a la comunidad internacional ayudar a los países afectados donde han muerto 961 personas y mil 779 se encuentran infectados. El tema es mucho más serio de lo que quisiéramos pensar. Toma al mundo por sorpresa: estamos acaso a unos meses de que se oficialice una vacuna que pueda curarla. Las dos personas que fueron transportadas a Atlanta, están recibiendo los sueros que se tenían preparados para una experimentación que dé con la vacuna, han reaccionado bien ello, pero aún falta que se termine su análisis.

Hasta el día de ayer, Guinea contaba 495 casos y 363 muertes; Liberia, 554 casos y 294 muertes; Sierra Leona, 711 casos y 298 muertes y Nigeria, 13 casos y 2 muertes. Extraño el número de Sierra Leona, siendo el país con más enfermos, la proporción de mortandad es baja; aunque, claro, la nota es la alta taza de contagio, que mucho tiene que ver lo que hemos explicado antes: las costumbres y el pánico de los habitantes, que los ha llevado incluso a arrojar cadáveres para evitar la cuarentena.

Desde su aparición en 1976, esta enfermedad ha aparecido en el mundo en 25 ocasiones. Ésta ha sido la  presencia más letal. El antecedente más cercano es de 1995, en Congo se contaron 315 casos y 254 muertes. Aunque en 2000, en Sudan se contaron 425 y 224 muertes.

Pero, ¿en qué consiste la alerta que emitió la OMS? Y es que más vale aclarar que esto no significa una emergencia de tintes de Hollywood. Es más bien un llamado para concentrar los esfuerzos para combatir la enfermedad: comenzar la revisión de las vías de tránsito (aeropuertos, carreteras) en los países afectados para evitar su propagación, pero también para alertar a los países que pueden proporcionar ayuda, para que estén listos en caso de que esto se salga de control.

Lo alarmante del ébola es que es una enfermedad altamente mortal, apenas 10% de la gente que la contrae puede curarse, pero como sucede con este tipo de virus tan letales, es también una enfermedad débil, que no sobrevive al medio ambiente. Es también una enfermedad que se desarrolla en casi la totalidad de la gente que se contagia, pero éste —el contagio— no se da tan fácil: sólo cuando hay contacto con fluidos, secreciones o instrumentos utilizados por personas infectadas.

Es una enfermedad peligrosa y justo por ello, es importante que la información que se genera al respecto sea precisa. Antier circuló el rumor de que ya se había registrado un caso en México. Cosa más falsa. Las autoridades salieron de inmediato a desmentir y a raíz de la alerta de la OMS, alertó a sus embajadas en África. Lo único que resta, por ahora, esperar a que esta emergencia logre generar una vacuna o, al menos, un tratamiento específico con el que pueda curarse, para detener el número de víctimas que, por mucho, sí es el más letal de todos los episodios en que se ha presentado la enfermedad en el mundo.

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