Kar García
EL BUEN TONO
Orizaba.- Se considera un arte el acto de embalsamar, vestir y pinta el cuerpo de una persona en su última morada, desde nuestros antepasados el proceso de embalsamar ha ido evolucionando, una de las referencias más antiguas de éstas prácticas se registran en Egipto.
Ahora en la actualidad las paredes de la morgue guardan las últimas memorias que podría llevarse consigo la persona fallecida mientras que permanece en la plancha para iniciar el proceso de embalsamamiento.
De los procesos más importantes está el cuidar que el cuerpo se mantenga boca arriba para evitar que la sangre se hinche o bien se decolore los rasgos faciales desinfectando la nariz, los ojos y la boca, orificios por donde al paso de las horas podrían desbordar fluidos al entrar en descomposición el cádaver, ya que en solo cuatro horas comienza a despedir olores fétidos.
Según versiones extraoficiales, a veces se les da un ligero masaje a los cuerpos para que rompan el rigor mortis y así facilitar que el líquido que se introduce en el cadáver pueda viajar más rápido.
Cabe señalar que las partes del cuerpo con orificio, tienen que ser selladas con algodón y en algunas ocasiones cosidas a mano.
Es el líquido rojo que se inyecta a los cadáveres lo que permite que la piel del fallecido luzca fresca y en una tonalidad rosa; uno de los utensilios más socorridos en el anfiteatro es el trocar, ya que es un aspirador que limpia los órganos internos del cadáver en su preparación.
Una vez que el cuerpo queda terminado, se lava dándole los últimos detalles con la vestimenta y el maquillaje para que luzca radiante en su última morada.
En ocasionen cuando la vida de algunas personas termina, el trabajo de otros comienza, llevando a cabo el proceso de embalsamamiento para que familiares y amigos den el último adiós.
