Miguel Ángel C. Mauss
El Buen Tono
Amatlán.- Al grito de: “¡Justicia! Familiares y vecinos de Salvador Sánchez Vázquez pidieron la intervención del gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, para evitar que pierda su patrimonio donde vivió más de 60 años, y el cual ahora, dicen, dolosamente se está adjudicando el pastor de los Testigos de Jehová, Alfonso Carrillo Arellano.
Ayer, la familia de Carrillo Arellano impidió el acceso a la casa casi destruida y tapada con láminas, ubicada en Paraje Nuevo, aun cuando todavía no terminaban de sacar las pertenencias de don Salvador, quien dejó de comer y su estado de salud comenzó a deteriorarse.
Los vecinos llegaron para respaldarlo, realizaron una protesta en el exterior del terreno, el cual desocuparon el pasado miércoles ante la amenaza de sacarlo por la fuerza; “queremos justicia” “cómo es posible que un pastor, quien dice que todo es amor, esté dejando sin casa a una persona de la tercera edad y enferma”, gritaban.
La familia y vecinos advirtieron que no desistirán en que el juez se equivocó y se devuelva el predio a don Salvador, pues mostraron documentos donde se avala la compra-venta, el pago del predial y energía eléctrica a su nombre.
“Vamos a acudir ante las instancias que sean necesarias para que no se dé este despojo, porque no permitiremos que una familia, que no es ni de aquí, venga y se quiera apoderar de un terreno que ellos bien saben se lo vendió su mamá a mi abuela, para que mis papás hicieran su casa”, narró la hija.