Efraín Hernández
El Buen Tono
CÓRDOBA.- Con torretas encendidas, sobre todo con el aprecio de quienes fueron sus compañeros bomberos, este viernes despidieron con honores y con el último pase de lista al segundo capitán José Noé Salguero Carballo.
El “Padre Bombero” Óscar Fabricio, fue quien ofició la misa de cuerpo presente en la iglesia del Espíritu Santo, en San Román.
Aquí ante el féretro, el teniente Marco Antonio Partida expresó: “tus amigos, hermanos de fuego y familia te recordarán como un gran hombre, con valores bien asentados y siempre dispuesto a dar lo mejor de ti para ayudar a los demás, y es por eso que nos atrevemos a decir que un bombero nunca muere”.
Después, el cortejo partió al parque 21 de mayo, donde la sirena del Palacio sonó en varias ocasiones como símbolo de respeto a un elemento bomberil, quien sirvió por más de 26 años a un noble oficio, como es el salvar vidas.
Una vez que el cortejo fúnebre arribó a la Estación de Bomberos de la avenida 11, ya era esperado por compañeros de las corporaciones de Cuitláhuac, Fortín, quienes fueron a despedir a quien en vida ocupara el grado de Capitán.
Noé Salguero Carballo ingresó al Cuerpo de Bomberos de Córdoba el 29 de octubre de 1997, de oficio laminador, pero con el ímpetu de salvar vidas.
En el 2009 fue ascendido por el Mayor Abraham Aiza Avalos con el cargo de sargento. En 2016, el comandante Ricardo Meneses Aguilar, lo ascendió al grado de Capitán con el grado de comandante operativo, basándose por la trayectoria y por los méritos de años anteriores.