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Poza Rica.- Sigue la violencia en Veracruz y el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, después del “niño ahogado”, quiere tapar el pozo.
La zona centro es una de los principales controladas por los malandrines con extorsión, cobros, robos, etc, y por toda la ciudad es lo mismo y sin contar las fechorías de la Policía, que son ojos y orejas de delincuentes.
Las mismas autoridades que decían que no había crimen organizado en Poza Rica.
Entonces por qué no hay taxis en la noche para quienes salen de trabajar por la noche; “batallamos para encontrar taxi”, dicen los ciudadanos.
El gobernador se ha limitado a informar que hay más de cuatro detenidos por los ocho asesinatos ocurridos el pasado domingo en bares de Poza Rica y negó que exista un toque de queda en el municipio.
Cuitláhuac García dijo que se ha establecido una línea de investigación y que los asesinatos fueron tres eventos separados relacionados con un ajuste de cuentas entre delincuentes.
Negó que haya una situación de tensión en el municipio, también que se mantienen los operativos para garantizar la tranquilidad. ¡A otro chino con ese cuento!