Pelé fue sepultado el martes en la ciudad a la que convirtió durante años en una capital futbolística del mundo, lo que marcó el final de los funerales del astro cuyo deceso enlutó a millones de aficionados dentro y fuera de Brasil.
El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien recién asumió su cargo, rindió homenaje a Pelé en Vila Belmiro, el estadio donde jugó como local durante la mayor parte de su carrera.
Pelé yace ya en Santos la ciudad en que creció y se volvió famoso. Se ofició una misa en el estadio antes de que un camión de bomberos llevara el féretro por las calles hasta un cementerio cercano.