Pekín.- Unos 10 mil soldados utilizaban picos y retroexcavadoras el martes para despejar caminos y extraer a residentes de viviendas derrumbadas luego de un terremoto en el sur de China que ha dejado hasta ahora 410 muertos, mientras que muchos voluntarios usaban sólo sus manos.
Muchos cientos de voluntarios se han reunido en la ciudad cercana de Zhaotong para dirigirse de allí a las áreas afectadas por el terremoto, un fenómeno típico durante desastres en China. Muchos de ellos llegaron con las manos vacías, pero algunos formaban parte de unidades patrocinadas por compañías, las cuales incluían uniformes y su propia ayuda humanitaria para distribuir.
El gobierno ha enviado miles de tiendas, mantas, bolsas de dormir y abrigos de algodón a la zona, así como catres, sillas, mesas y retretes portátiles.
El movimiento telúrico afectó un área de colinas empinadas y caminos angostos inadecuados para el tránsito generado por el esfuerzo masivo de ayuda, y las intensas lluvias del martes incrementaron las complicaciones.
Ambulancias, palas mecánicas y camiones llenos de agua y fideos, así como los equipos de voluntarios, atestaban el camino principal que va al poblado de Longtou, el más afectado, ubicado a unos 370 kilómetros al noreste de Kunming. Algunos helicópteros llevaron suministros a las áreas más alejadas.
La Oficina de Asuntos Civiles de Yunnan informó el martes que 410 personas perdieron la vida y 2 mil 373 resultaron heridas, mientras que 12 siguen desaparecidas unas 48 horas después del terremoto. En los primeros dos días, los rescatistas extrajeron a decenas de personas atrapadas entre los escombros.
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