in

José Luis pasa el 24 cortando el cabello

Superiberia

Emilio González Gómez
EL BUEN TONO

Río Blanco.- A sus 76 años de edad y 62 de peluquero, José Luis López expresó que la Navidad y el fin de año los pasa trabajando, es cuando hay más clientes, porque todos quieren un corte de cabello. Sus manos y carácter jovial es el secreto para ejercer uno de los oficios que sobrevive en el gusto de varias generaciones del Barrio Guadalupano. Es fan de Radio Banana y de los noticieros.
Y pese a la constante aparición de estéticas unisex y barberías en la ciudad, don “Huicho”, como le dicen de cariño, ya tiene prestigio y fama entre las familias. Los que de niños iban a la peluquería hoy regresan como padres y abuelos.
Hombre sin vicios, agradecido con la vida porque hasta ahora su cuerpo y sus cinco sentidos funcionan a la perfección, José Luis es un peluquero de barrio que contempla el retiro hasta que ya no pueda mantener el equilibrio de su fiel compañera, una máquina y la antigua navaja, utensilio con el que corta cabello a ras y afeita barbas o bigotes de diferentes estilos y formas.
Comentó que el 24 de diciembre pasa la Navidad en familia, con su esposa e hijos, uno de ellos aprendió la profesión y en la colonia Barrio Nuevo tiene su peluquería, porque el Sol sale para todos.
“Huicho”, así es conocido entre la comunidad, hoy día ama su oficio de peluquero de barrio, mismo que le ha permitido generar los ingresos suficientes para darle techo y comida a su familia, así como educación a sus hijos. Platica que es de herencia el oficio, su abuelo y papá tenían una peluquería donde aprendió el arte en peligro de extinción.
Elegido para preservar la tradición, aprendió de su padre todo lo necesario para comenzar una trayectoria que, sin haberlo imaginado antes, lo ha llevado a ser un personaje entrañable dentro del Barrio Guadalupano.

Alegría
Con música de fondo de tríos clásicos de la Época de Oro, como Los Dandys y Tres Diamantes, que se escucha en su radio, “Huicho” es el peluquero que sabe guiar una conversación amena, que hasta sirve de terapia relajante mientras afeita o corta el cabello.
Más se disfruta la plática porque a sus muchos años de ejercer el oficio que es un arte, miles de historias ha visto y escuchado, mientras pasa la máquina y navaja en la cabeza o rostro de asiduos clientes.

CANAL OFICIAL

Sigue en tiempo real el recorrido de Santa Cla

Emite Obispo de Orizaba, mensaje de Navidad