El papa Francisco dijo el sábado, a los católicos del mundo, que el nivel de codicia y hambre de poder era tal que algunos querían “consumir incluso a sus vecinos”, en una aparente referencia a la guerra en Ucrania y otros conflictos.
El Santo Padre, que celebra la décima Navidad de su pontificado, presidió una misa solemne de Nochebuena en la basílica de San Pedro. Fue la primera con un aforo de unas 7,000 personas tras varios años de asistencia restringida a causa del covid. Otras 4 mil personas participaron afuera, en la Plaza de San Pedro, en una noche relativamente cálida.
“Los hombres y mujeres de nuestro mundo, en su hambre de riqueza y poder, consumen incluso a sus vecinos, a sus hermanos y hermanas”, dijo. “¡Cuántas guerras hemos visto! Y en cuántos lugares, aún hoy, se desprecia la dignidad humana y la libertad”.