Córdoba.- El Gobierno de Tomás Ríos Bernal inició una serie de procedimientos legales en contra de gente humilde que ha invadido predios para edificar viviendas, sin embargo, le ha temblado la mano para denunciar a su ex homólogo Francisco Portilla Bonilla y a su runfla de delincuentes.
El daño causado por Portilla -el alcahuete de Lavín- a los cordobeses, no tiene comparación con el causado por estas personas humildes que ahora denuncia, quienes debido a la falta de apoyo por parte de los Gobiernos corruptos, solo están buscando la manera de poder tener un lugar dónde vivir.
Los invasores perjudican al Ayuntamiento porque se apoderan de sus predios, no obstante, Portilla lesionó a miles de cordobeses con sus raterías, y a él no se atreve a denunciarlo. Se portan valientes con quienes saben que no tienen la capacidad o los recursos para defenderse, y a ellos sí les quieren aplicar la ley.
Debería empezar por poner el ejemplo, aplicándole la ley a los políticos corruptos que dañan a la sociedad; que le demuestre respeto a sus gobernados, a cada ciudadano que la clase política caduca a pisoteado, para que entonces, nosotros podamos respetar las leyes que parece solo aplicar a los más desprotegidos. El respesto se gana, no exige.