Emilio González Gómez
el buen tono
Soledad Atzompa.- Familias indígenas del municipio enclavado en la Sierra fría de Zongolica, empezaron a llegar a Orizaba, para pasar la Navidad vendiendo portalitos de madera, musgo, pascle, flores en ramos y los niños a cantar La Rama en restaurantes y en las calles del corazón de la ciudad.
Como cada año, a finales de diciembre indígenas de Atzompa se trasladan a Orizaba. Antes ocupaban banquetas del bulevar para pernotar, aunque ahora entre dos y tres familias alquilan un cuarto en alguno de los patios de vecindad del Centro Histórico.
Mientras María, la mamá, ofrece los portalitos, el niño canta La Rama en locales comerciales, alrededor del mercado Melchor Ocampo o en la avenida Madero. Y el padre se instala por el parque Castillo para ofrecer pequeños ramos de flores.
Otros caminan por la avenida Oriente 6 hasta llegar al semáforo del cruce de Sur 21, para vender flores, pascle, musco y casitas para El Nacimiento. Los niños corren en medio de las calles para pedir su Navidad.
Le pregunto a María por qué vienen a la ciudad cada año para pasar la Navidad, y contesta: “Es una tradición llegar a Orizaba, mientras vendemos paseamos, y a los niños, si nos quedamos en enero, hasta juguetes les regalan”.