Mariana Gutiérrez H.
el buen tono
Orizaba-. La iniciativa privada esperaba que la situación económica mejorara después de la pandemia del Covid 19, pero desafortunadamente no ha sido así, porque los empresarios están culminando este 2022 con ‘números tristes’, opinó el industrial Raymundo Reynoso Meneses.
Reconoció que ha sido un año complicado por muchos factores, independientemente de la guerra y los ajustes económicos a nivel interno y, desafortunadamente, no hay una expectativa de crecimiento muy clara como la que se anhelaba a principios de año.
“Hubo algunos picos durante el año, pero no habido esa consistencia que necesitamos sobre todo para generar la certeza de continuar con las operaciones y eso ha obligado a que haya desabasto, aumento de precios y empieza a haber recorte de personal”, indicó.
Dijo, “entendemos que es una situación propia del comercio y de las actividades económicas, pero no hubo la certeza esperada”.
Aunado a que se aproxima la ‘cuesta de enero’ que augura un panorama bastante complicado por los ajustes a las políticas económicas, sobre todo en Estados Unidos, con el aumento a las tasas de interés y en automático el flujo del circulante se reducirá; al final esta situación afectará las exportaciones e importaciones con el país vecino y habrá un impacto económico muy negativo.
Finalmente, el empresario dijo que el aumento al salario mínimo viene fuerte y como consecuencia los precios de los productos también se tendrán que ajustar.
“Se esperan tiempos difíciles, no es una cuestión política interna de México, es una serie de factores y por lo tanto como empresarios debemos tener previsiones en cómo se va a invertir el capital y ser prudentes, porque se vislumbra un 2023 bastante complicado” concluyó.