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Xalapa.- Los niveles altos de estrés pueden ocasionar problemas en la salud de las personas, que van desde movimientos involuntarios, sudoración, transpiración y taquicardia, hasta depresión o trastornos relacionados con pérdida de la memoria y la habilidad motora, así como enfermedades crónicas degenerativas.
El investigador del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), Daniel Hernández Baltazar, dio a conocer lo anterior al destacar que en tanto respuesta física a una causa externa, tiene un lado positivo y otro negativo.
Del primero, refirió que en sus niveles adecuados, el estrés permite a las personas realizar sus funciones vitales, mantenerse siempre activas y responder al entorno para ejecutar tareas.
“Eso es regulado por un sistema al interior del cuerpo que permite que estemos siempre activos, para que tengamos la facilidad de desarrollar nuestras actividades”, expresó.
El problema sucede, añadió, cuando el nivel de estrés llega a un punto donde el organismo no puede mantener el equilibrio y genera problemas como movimientos involuntarios, sudoración, transpiración y taquicardia, lo cual, a su vez, crea ansiedad y dificultades más agudas y crónicos a lo largo del tiempo como depresión o trastornos de la memoria, pérdida de la habilidad motora y enfermedades crónicas degenerativas.
Hernández Baltazar explicó cómo afecta a las células del cuerpo, el cerebro o cualquier órgano humano.
Se refirió al estrés oxidativo y nitrosativo, cuya función es activar la producción de energía de la célula, pero cuando hay demasiado hace que se sobrecargue de energía y trabaje más, haciéndola menos funcional, disminuyendo su supervivencia y, en consecuencia, se oxida y envejece.