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El canal del congreso

Superiberia

 

Hace unos días en un artículo pasado dije que había estado escuchando el canal del congreso y además me atreví a sugerir que era algo que todos los mexicanos deberíamos hacer más seguido. Pues bien últimamente lo he estado haciendo más consecutivamente dada la importancia de las leyes que tanto interés despiertan y que se han estado tratando. También dije que era más divertido que muchas de las telenovelas que tanto ven nuestras parejas en casa. ¿Y saben qué? nunca antes había dicho algo tan importante para la vida política de México. Es cierto, es mejor que muchos dramones telenoveleros, si tenemos en cuenta que las telenovelas nos gustan porque nos hacen derramar algunas lágrimas, sin que esto realmente nos afecte, es como los juegos mecánicos que nos dan una pequeña dosis de peligro, pero sin que nada malo nos suceda. En este telenovelón que es el congreso ¡de verdad! cuantas lágrimas se derraman viendo tanta estupidez rayando en la idiocia por parte de quienes elegimos para hacer las leyes que deben regirnos, solo que estas ¡sí nos afectan, y nos afectan muchísimo! Estoy seguro que cuando todos los mexicanos veamos el comportamiento de estos dizques legisladores, en el futuro vamos a poner muchísimo más cuidado en por quien votamos.

Permítanme hacer un paréntesis para corroborar lo antes dicho. Hace un par de meses alguien sugirió que los diputados deberían cuando menos saber leer y escribir. Inmediatamente surgió un rimero de protestas arguyendo que era discriminatorio (recordemos que las grandes empresas para dar un puesto de barrendero exigen a los solicitantes cuando menos primaria, y hay razón para ello) Pero estos diputados compasivos se opusieron. ¡Claro, sé que los disfuncionales deben tener alguna representación en el congreso! pero cualquiera que la ostente debe siquiera poder plantear sus propuestas, debe tener un mínimo de capacidad. Además estos deben ser los menos no la mayoría del mismo en el estrado. Pero como decía, ahora no me extraña que estos diputados no pidan que los candidatos sepan escribir, pues muchos de ellos ni siquiera saben ya no digamos pensar, ni siquiera habar.

Enseñémonos mexicanos a mirar estos debates, démonos cuenta de a quienes les concedemos la responsabilidad de pensar y actuar por nosotros, de quienes de estos se preocupan de verdad por lo que se legisla, ¿quiénes razonan el voto, quienes solo levantan la mano? Es muy triste convencerse en manos de quien estamos, pero es más triste saber que nosotros mismos los pusimos ahí, cuando votemos en base a lo que hacen estos señores, todo lo que pase en este país será muy diferente.

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