Tras la petición de la Fiscalía de ocho años de prisión y de 24 millones de euros de multa por haber cometido presuntamente seis delitos fiscales entre 2012 y 2014 – en los que habría defraudado a Hacienda una cantidad superior a los 14 millones de euros – y en medio de rumores de que finalmente pactará para evitar un mediático juicio que podría dañar gravemente su estado, Shakira ha estallado.
Lo ha hecho a través del escrito de defensa que su equipo de abogados ha presentado este viernes en el juzgado y en el que, indignada, no duda en definirse como una víctima, tirando por tierra los argumentos del Ministerio Fiscal, confiando en poder demostrar su inocencia tras el juicio y criticando abiertamente los “métodos de Hacienda tras pagar más de 90 millones de euros y ser perseguida incluso por años en los que no pasó ni 60 días en España”.
“Es inaceptable el hecho de que, en su acusación, la Hacienda pública no esté respetando la seguridad jurídica que debe garantizarse a cualquier contribuyente, ni tampoco mis derechos fundamentales”, apunta la cantante en el comunicado emitido por su agencia de comunicación, en referencia al derecho a la intimidad y a la presunción de inocencia.