Adriana Estrada
El Buen Tono
Orizaba.- Ayer, falleció una de las religiosas más longevas insertas en la Diócesis de Orizaba, Sor María de Jesús Peña García, congregada a la Provincia Santa Teresa del orden de Misioneras Josefinas.
La madre, originaria de Pénjamo, Guanajuato, llegó a Orizaba en 1967, y falleció a la edad de 108 años, era licenciada en pedagogía, matemáticas, y corte y confección, así como maestra de uno de los primeros colegios religiosos que se edificaron en la ciudad, por lo que fue formadora de varias
generaciones.
Ayer, el Vicario de atención a consagrados, padre Mario Lucio Merino Rodríguez, notificó a las Religiosas el fallecimiento de Sor María.
El cuerpo fue velado en una de las funerarias de Orizaba, y la misa de cuerpo presente será oficiada hoy viernes en la Rectoría de Nuestra Señora del Carmen, a las 09:00 horas, donde se espera la presencia del obispo de la Diócesis, Eduardo Cervantes Merino, así como el párroco titular del templo,
Román Oficial Gil.
ORÍGENES
Sor María nació el 5 de mayo de 1914, en Pénjamo, Guanajuato, donde decidió dedicarse a la vida religiosa, ingresando al convento profesó en la congregación de Misioneras Jesuitas el 24 de diciembre de 1938.
Fue en 1967 cuando llegó a Orizaba al Colegio Vilaseca, y posteriormente en Covadonga, donde dedicó 55 años de su vida como docente de la institución, y debido a su avanzada edad se desempeñó como bibliotecaria en la misma escuela.
Ayer falleció en su casa de orden ubicada en Orizaba, a la 01:50 horas.
SU VIDA RELIGIOSA
Desde su llegada a la ciudad perteneció a una de las escuelas religiosas de Orizaba, en donde desempeñó la docencia a través de sus conocimientos en pedagogía, matemáticas, y corte y confección.
Toda su vida en la Pluviosilla estuvo junto con sus hermanas de orden, viviendo en el hogar ubicado al Norte de Orizaba.
LEGADO
Sor María de Jesús Peña se mantuvo al frente de varias generaciones de mujeres orizabeñas, a quienes les compartió sus conocimientos.
La madre “Chuchis”, como le conocían sus alumnas, deja enormes recuerdos, pláticas interminables mientras estaba a cargo de la biblioteca del colegio, en donde pasó sus últimos años, debido a su avanzada edad, pero dedicaba parte de su tiempo para orientar a las alumnas en sus investigaciones, aunque también siempre tenía una palabra de consejo para ellas.
