AGENCIA
Qatar.- Con agónicos dos goles en el tiempo de descuento, Irán derrotó 0-2 a Gales, en Doha, y la obligó a buscar una complicada clasificación a Octavos del Mundial en un último duelo fratricida con la vecina Inglaterra.
Gales, que había sufrido la expulsión del arquero Wayne Hennessey en el minuto 87, se salvó primero en dos tiros a los postes, pero acabó sucumbiendo con goles de Roozbeh Cheshmi en el minuto 90+8 y de Ramin Rezaeian en el 90+11, que desataron la euforia de la abundante afición iraní en el estadio Ahmad Bin Ali de Doha.
El equipo de Gareth Bale, tan gris como el resto de sus compañeros el viernes, está obligada a vencer en la última jornada a Inglaterra para aspirar a su primera clasificación a unos octavos de un Mundial, donde no competía desde 1958.
Los prolegómenos del choque estuvieron centrados en el comportamiento de los jugadores iraníes durante el himno nacional, que se negaron a cantar en el debut en un gesto interpretado como protesta ante la dura represión de las actuales manifestaciones en su país.