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Región.- El café, cereales forrajeros y semillas oleaginosas, podrían costar menos en 2023, al entrar en recesión muchas de las principales economías, pero seguirán siendo elevados en términos históricos.
De acuerdo con un informe del banco Rabobank, los consumidores enfrentan una perspectiva macroeconómica cada vez más oscura, con escasez de energía, riesgos geopolíticos y baja continua de algunas materias primas de referencia, como el trigo, que son un mal presagio para la seguridad alimentaria mundial.
Precisó que el precio del cereal sigue impactado por la guerra entre Rusia y Ucrania.
Debido a lo anterior, prevé un déficit de seis millones de toneladas el próximo año, gracias también a las inciertas perspectivas meteorológicas en la Unión Europea, Estados Unidos y Argentina.
Estimaciones
Por otra parte, estimó que la demanda de café crecerá muy por debajo del promedio, en un 1.5 por ciento, y que el clima benigno dejará al mercado con un superávit de 4 millones de sacos.
Con respecto a los precios del azúcar, subrayó que serán relativamente bajos, en parte por la buena meteorología que existe.
“Los precios agrícolas podrían retroceder, pero no porque la producción vaya a mejorar significativamente, sino porque la demanda va a ser muy débil”, expresó el jefe de Investigación de Mercados de Materias Primas Agrícolas del banco, Carlos Mera.
Destacó que con el incremento de los costos de la energía, todo resulta más caro que antes de la pandemia.