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Adiós a Jenni

Superiberia

Inolvidable’ e inédita ha sido la despedida que la familia de Jenni Rivera, sus amigos y sus fans le brindaron a la cantante ayer miércoles en Gibson Amphitheatre, de Los Estudios Universal de Los Ángeles, donde la música fue el gran hilo conductor de este homenaje luctuoso que arrancó a las 12 del día y tuvo una duración de más de dos horas.

Uno por uno, cada miembro de la familia, comenzando por su hermano Pedro Rivera (pastor cristiano) tomó el micrófono para hablar de la ‘Diva de la banda’, para destacar su fortaleza, su incansable espíritu de lucha, su cariño y su dedicación.

Parte importante de la ceremonia fueron las presentaciones de sus amigos Joan Sebastian, Olga Tañón, Ana Gabriel y la Banda Divina, que entonaron las canciones favoritas de la cantante, como Paloma Negra, Inolvidable, Más allá del sol y Mírame, así como sus hijas Jennika y Jacquie. 

Entre los asistentes al servicio también destacó la presencia de reconocidos actores como Edward James Olmos y Kate del Castillo, así como el compositor y cantante Marco Antonio Solís.

Como Rivera lo había dispuesto en una carta, sus hermanos, hijos y padre vistieron trajes blancos, mientras que su madre, Rosa Saavedra, destacaba en un atuendo rojo. Cada uno habló en tiempo presente de la ‘Diva’, y de lo que significó para ellos. 

Uno de los momentos más emotivos llegó cuando su hermano ‘Lupillo’ tomó el micrófono, pues logró contener el llanto cuando recordó la ocasión en que Jenni fue a buscarlo a una de sus presentaciones para reconciliarse con él por un viejo desacuerdo. 

Igualmente, su hijo Johnny López, de 10 años, fue el centro de atención cuando habló de su madre: ‘Sé que mi mamá ahora está bien, está con mi papá, está con todos nosotros. Es la mejor madre que cualquiera pudiera tener. Te agradezco por ser la mejor mamá y por hacer todo lo que hiciste en estos once años.

Su hija mayor, Janney, la describió como ‘inquebrantable’ y en inglés, el idioma en el que hablaba con ella, dijo: ‘Mi consuelo es que es feliz. Lo que me da paz en mi corazón es que ella ya no sufre, ya no llora’. 

Su hermano Pedro Rivera concluyó el homenaje con un largo ‘sermón’ a la usanza cristiana, en el que pidió a la gente dar amor, perdonar, y ser mejor. Después, su hermana Rosy concluyó diciendo ‘Hasta pronto’ a la cantante, tras lo cual sonó la canción ‘Que me entierren con la banda’, al tiempo que miles de mariposas blancas volaron sobre el escenario. 

 

Agencias

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Daniela González Sánchez