Córdoba.- Polifracturados y con estallamiento de visceras resultaron dos sexoservidores la madrugada de este miércoles, luego de ser arrollados y aplastados aparentemente por el conductor de un tráiler, cuando los dos hombres vestidos de mujer “prestaban sus servicios” en la autopista Córdoba-Veracruz, a la altura de la gasolinera de Los Cafetos.
Los cuerpos de los infortunados quedaron tirados en el acotamiento de la autopista, en donde testigos y automovilistas reportaron los sucesos a la Policía municipal, Federal de Caminos y personal de la Agencia Especializada en Delitos Ocurridos en Carretera, quienes dieron fe de los sucesos.
Tras las labores forenses llevadas a cabo por personal del departamento de los Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia en el Estado, los cuerpos -que permanecen sin ser identificados-, fueron trasladados al anfiteatro de una reconocida funeraria, a fin de que médicos les realizaran la necrocirugía de rigor.
Los lamentables hechos ocurrieron a las 03:40 horas de ayer, cuando aparentemente los sexoservidores intentaban “atraer” a la clientela estando de pie a orillas de la autopista en el carril de bajada, por donde se desplazaba a exceso de velocidad, el conductor de un tráiler, el cual al no percatarse de la presencia de los individuos, los arrolló y mató.
Tras realizar las autoridades las primeras investigaciones en el lugar de los hechos, se infirió, que por sus vestimentas llamativas y maquillaje, los individuos se dedicaban a la prostitución, siendo uno de ellos de alrededor de 25 años y el otro sujeto de unos 40 años.
A los infortunados no se les encontró ninguna identificación que pudiera dar a conocer su identidad, motivo por el cual, ambos permanecen como desconocidos en la agencia funeraria donde fueron trasladados sus restos.
Hasta el cierre de la presente edición los cuerpos permanecían sin ser reconocidos oficialmente, en tanto, personal ministerial dejó abierta la investigación ministerial iniciada por el homicidio imprudencial de los dos individuos.
ELEUTERIO ESPINOZA B.
EL BUEN TONo