Netflix ha dejado claro que sólo pueden usar una cuenta abierta en su servicio las personas que viven en el mismo hogar, y que en caso de detectar que no se cumple este requisito, el próximo año empezará a cobrar al usuario un importe adicional.
La compañía tecnológica dedica a la compartición de cuentas un apartado en su página de Ayuda, en donde deja claro que las personas que no vivan en en el mismo hogar “tendrán que usar su propia cuenta para ver Netflix”.
La compañía verifica el requisito del hogar a través de la dirección IP, los identificadores de los dispositivos y la propia actividad de la cuenta. Con esta información, Netflix puede saber si se está usando la conexión a Internet del hogar del titular de la cuenta.
El próximo 10 de noviembre esta oferta se ampliará con el plan Básico con anuncios, que costará 5.49 euros al mes a cambio demostrar una media de cuatro o cinco minutos de anuncios por hora, que se verán al principio de las series y películas y durante su reproducción