AGENCIA
CDMX.- Conocida por su mano de hierro en el Servicio de Administración Tributaria, Raquel Buenrostro se convirtió en la nueva secretaria de Economía tras la sorpresiva renuncia de Tatiana Clouthier.
Raquel Buenrostro llega a la Secretaría de Economía en un momento delicado, pues el mayor pendiente de esa dependencia son las negociaciones con Estados Unidos y Canadá con motivo de los llamados a consulta del T-MEC.
Buenrostro comenzó a ocupar la titularidad del SAT en diciembre de 2019 en relevo de Margarita Ríos Farjat, quien se convirtió en ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Antes de eso se desempeñaba como oficial mayor de la Secretaría de Hacienda, donde estuvo durante las gestiones de Carlos Urzúa y posteriormente Arturo Herrera.
Buenrostro es una de las personas de mayor confianza del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en varias ocasiones ha destacado su labor en el SAT, desde donde incrementó la recaudación de impuestos.
Raquel Buenrostro es licenciada en Matemáticas egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México y maestra en Economía por el Colegio de México con dos décadas de experiencia en el servicio público.
Además de ser la oficial mayor en el primer año de gobierno de la Cuarta Transformación, se ha desempeñado en años anteriores en áreas de la administración pública federal como Petróleos Mexicanos, el Instituto Mexicano del Seguro Social y las secretarías de Gobernación, Turismo y Educación Pública.
Entre 2000 y 2005, bajo la administración de López Obrador al frente de la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, fue subtesorera de Política Fiscal en la Secretaría de Finanzas, que encabezaba Carlos Urzúa. Ese fue su primer cargo público.
En el periodo de 2005 a 2006, fue gerente de Finanzas del Servicio de Transportes Eléctricos del Distrito Federal; también ha prestado sus servicios como gerente de planeación y desarrollo en la iniciativa privada.
Dentro de la academia, ha impartido diversos cursos de matemáticas y economía en la UNAM y El Colegio de México.
Le quitaron los colmillos al SAT, ahora ella se va a la banca y a una negociación a la que no tiene ni idea, además de que su nuevo cargo no puede ser dura como una roca; además hay que recordar que perdono impuestos a los agoreros de Morena.
López Obrador es como ese niño que “juega ajedrez”, solo está moviendo piezas a lo loco; no sabe como se mueven correctamente y no tiene idea de estrategia, pero tontamente se ríe con su narrativa de que va ganando. Quedan pocas piezas en su tablero.
Pueden poner al premio Nobel de Economía, pero mientras el presidente sea el ÚNICO que tome todas las decisiones, seguiremos en serios problemas, el Presidente no está cuerdo de sus facultades mentales, su soberbia y egolatría no le permiten actuar coherentemente.
No tiene nada que ver lo que hacía en el SAT con lo que va a hacer ahora, pero bueno, finalmente solo va a estar ahí para cumplir órdenes.