AGENCIA
XALAPA.- La Secretaría de Salud de Veracruz, tiene observaciones por el manejo del presupuesto que le asignaron en el 2021, durante la administración del médico Roberto Ramos Alor. La revisión que hizo el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) permitió detectar la falta de medicamento de los almacenes de la dependencia.
Este viernes se entregó el Informe de Resultados de la Cuenta Pública del 2021 en el que se reporta un presunto daño patrimonial de 15 millones 993 mil pesos, como parte de la revisión integral: financiera-presupuestal, técnica a la obra pública, legalidad y desempeño, que derivó en la emisión de 22 observaciones y 31 recomendaciones.
Roberto Ramos Alor renunció a la dependencia en el mes de mayo del 2022; sin embargo, es responsable del manejo financiero del 2021, por lo que tendrá que solventar las observaciones por la depuración de cuentas por cobrar, el pago a médicos, el faltante de medicamento del reporte oficial a la existencia en bodegas, y el pago de acciones en hospitales o centros de salud.
Alor redujo nómina a pesar de pandemia y no transparentó compra de insumos; la Secretaría de Salud de Veracruz incrementó en más de 2 mil millones el gasto anual en 2021. Ese dinero se invirtió principalmente a materiales y suministro, que pasó de 280 millones programados a 3 mil 608 millones gastados.
En servicios generales el monto pasó de 837 millones a 2 mil 386 millones de pesos; y servicios personales reportó una reducción de 10 mil 639 millones de pesos a 10 mil 539 millones de pesos.
Se hizo una revisión de desempeño por el manejo de la pandemia del Covid, en la que la SSA no reportó el número de personal médico que contrató; tampoco permitió durante la auditoría, que el Orfos pudiera checar la compra de suministros para la atención de la emergencia sanitaria.
“Y suministro de los bienes e insumos requeridos para combatir el SARS-CoV2 (Covid-19) utilizó como repositorio documental la herramienta informática NEXTCLOUD de la cual no fue posible constatar el manejo y uso de dicha herramienta”, se lee en el documento oficial.
El Orfis concluyó que “para combatir la emergencia sanitaria por el virus SARS-CoV2 (Covid-19), en términos de eficiencia se determinó que hizo falta mayor control en los mecanismos de planeación y operación para que se garantice el logro de las acciones prioritarias con la finalidad de atender a la población veracruzana”.
También se detectó que de una cuenta abierta en Accendo Banco, S.A., institución a la que se liquidó en 2021, existe un saldo por recuperar por 2 millones 466 mil pesos.
Además, se tiene cuentas pendientes por cobrar por 11 mil 271 millones de pesos; de los cuales 10 mil 487 millones de pesos corresponden a pagos pendientes de Sefiplan y del Régimen de Seguridad de Salud, el extinto Seguro Popular.
En las observaciones se planteó un monto de 132 millones 124 mil pesos, del cual no exhibió la integración por antigüedad de saldos, y aun cuando presentó evidencia de las acciones realizadas, continúa pendiente su amortización y/o recuperación.
Además, se tiene 67 millones 985 mil pesos que se dieron como anticipo para obras, que no se realizaron y que tampoco se han recuperado.
La observación Número: FP-068/2021/007 ADM reporta que se encontró un déficit de medicamento en las bodegas o almacenes de la Secretaría de Salud, en relación con la información financiera y el inventario físico; el monto de la diferencia es de mil 481 millones 435 mil 649 pesos.
La salida del médico, que se argumentó fue por motivos personales, se dio en medio de señalamientos del Instituto de Salud del Bienestar (Insabi), que denunció que había medicamento en bodegas a punto de caducar.
El reporte del Orfis detalla que en el almacén A se tenía en papel, medicamento por un valor de mil 692 millones de pesos; sin embargo, en físico se reportaban insumos por 518 millones de pesos.
En la bodega B, se calculaban fórmulas por 655 millones y sólo encontraron en físico lo equivalente a 384 millones; en caso del local C, el reporte variaba de 121 millones en papel, a productos con valor de 85 millones de pesos.
La revisión del presupuesto permitió detectar que la Secretaría de Salud tenía pendiente de pago 2 mil 299 millones de pesos por concepto de impuestos, seguridad social, Fovissste, IPE e Infonavit, que había descontado a los trabajadores, pero no había transferido a la autoridad competente.
La auditoría que practicó el Orfis permitió detectar que la SSA tenía un ahorro por un monto de mil 895 millones de pesos, de dinero que dejó de gastar; y un superávit presupuestal por un monto de 142 millones 17 mil pesos que se ingresaron, pero tampoco se erogaron.
El monto del daño patrimonial más importante es por el contrato 56/2021. Con recursos del INSABI se pagó 35 millones de pesos a Brains Global Health Tech, S.A.P.I. de C.V, por servicio de arrendamiento de equipo para las áreas de imagenología y suministro de insumos, pero no se justificó la erogación de 13 millones 911 mil pesos.