De la Redacción
el buen tono
XALAPA.- Cualquiera que conozca a Luis Ángel Bravo Jr. puede hablar de su buen comportamiento, es un joven tranquilo, amiguero, nada tiene que ver con la mala fama de una Fiscalía. Este joven no se merecía esto, ¡de ninguna manera!
En dos generaciones atrás nuestros abuelos hubieran agarrado de los pelos a su hijo para llevarlo a pedir perdón, aquí los papás del agresor ni una disculpa han ido a ofrecer a los papás del agredido, ¡es cuestión de educación! En lugar de llevarse a su hijo a España, para evadir la acción de la justicia, o andar queriendo corromper a los meseros del antro para que declaren que el joven se cayó.
Como si no hubiera peritos que saben distinguir entre una golpiza a un resbalón, o como si no hubiera testigos decentes dispuestos a ir a decir la verdad, han de creer que todo lo pueden, pero esta vez se metieron con el equivocado, ya que si alguien conoce de leyes es un ex Fiscal General del Estado, el mismo que seguramente los hará ver su suerte en los juzgados.
Hasta el tío verdulero de Schettino, que se dedica a repartir jitomates y cebollas en Texas, anda queriendo defender lo indefendible, en lugar de tener la cara llena de vergüenza por los salvajes actos de su alcoholizado sobrino.
Lo que deberían de hacer es aplicarle un correctivo a tiempo a ese joven inadaptado y mal educado, porque tuvieron suerte de que le haya fracturado la cara al hijo de un abogado que opta por las leyes para castigar al agresor de su hijo, pero no se ponen a pensar esos irresponsables padres ¿qué pasaría si en lugar de pegarle, como lo hizo, a Luis Ángel Bravo Jr. hubiera sido al hijo de un asesino? Porque un joven con ese grado de agresividad, intoxicado adentro de un antro es capaz de hacer cualquier barbaridad.
Hacemos un llamado a la Fiscalía del Estado para que aplique la ley y marque un precedente para que esto no vuelva a ocurrir, es muy lamentable ver a un joven en esta situación, en la cama de un hospital.