Una de las preocupaciones que rondan a los mercados y de hecho al ámbito económico global, es el nivel tan bajo al que las tasas de interés han llegado y en el que se han mantenido por largo tiempo. Como sabemos, esto en buena medida se debe a las decisiones que varios bancos centrales en el mundo han tomado en relación con instrumentar políticas “no convencionales” de política monetaria, en diversos grados.
Las decisiones más notorias al respecto son por supuesto, las de la Fed en Estados Unidos, las del Banco de Inglaterra y las del Banco de Japón, que decidieron ir por la vía de las expansiones cuantitativas de la base monetaria, ya que consideraron que aun con la tasa de interés de referencia en nivel cero, o cercano a ese límite, dado el grado de deterioro de sus economías y la incertidumbre que prevalecía a raíz de los eventos de 2008 —cuyas consecuencias hoy todos conocemos— no sería fácil volver a poner en marcha las cosas.
Así que decidieron inundar a la economía con liquidez, lo que implicó para todo fin práctico, bajar la tasa de interés, pues se hizo mayor oferta de recursos financieros, al mismo nivel de precio. En el paso del tiempo, como escribí hace no mucho en este espacio, resultó que las medidas adoptadas resultaron en el sentido que se esperaba, admitiendo que cuando se pusieron en marcha, resultaba difícil saber que podía ocurrir.
Y ahora resulta que la preocupación que mencioné al inicio de esta Consejería, empieza a cobrar adeptos o mejor dicho, suma ya una buena cantidad de seguidores, pues creo que las medidas “no convencionales” siempre encontraron oposición, que se vio un tanto acallada cuando los resultados empezaron a verse, en primer lugar, en los mercados financieros de todos lados. Nadie cercano a estos temas ignora el alza de las bolsas que inició en 2009 y que no ha parado, hasta la fecha.
Se dice fácil, pero un alza de cinco años, no es algo frecuente. De ahí que más de uno insista en que lo que tenemos en frente es una “burbuja” de precios de activos financieros —las acciones, particularmente— y que como siempre pasa, esta no terminará bien. Asimismo, parece que el “alfiler” que se piensa puede desinflar a la supuesta “burbuja”, es el alza de la tasa de interés, de lo que tuvimos una probada cuando la Fed empezó a hablar de la posible reducción de los estímulos monetarios.
Con un alza como la descrita, es desde luego más fácil hablar de una posible baja, que de la continuación del alza, sobre todo cuando hay voces respetables que claman por una “normalización” de la política monetaria alrededor del mundo, ya que se infiere que la gran cantidad de liquidez alienta la especulación y a la vez complica la decisión de los bancos centrales para terminar con la expansión cuantitativa, por el temor de causar un desastre bursátil, junto con el impacto que en el sector real podría traer una decisión de este tipo, en un planeta con una recuperación incipiente en muchas de sus áreas y en otras, ni siquiera eso.
Es decir, lo que se plantea es que los bancos centrales están cayendo —o ya están— metidos en un círculo vicioso. Me parece un buen tema de análisis y discusión.
De ahí que la pregunta ha sido en los meses recientes: ¿Cuándo va a subir su tasa de referencia la Fed?, que ha insistido que no lo hará, pronto y que de hecho la mantendrá en el nivel actual por un periodo prolongado, más allá de cuando termine el retiro de las compras de valores del llamado QE III. En este contexto, creo que la pregunta relevante sería: ¿Quién va a subir primero su tasa de interés?, pues no es sólo el banco central estadunidense el que está metido en este tipo de mecánica monetaria.
Y me parece que puede ser el Banco de Inglaterra. La Fed ya dijo de sobra que es lo que piensa hacer. El Banco de Japón creo que tiene que darle más tiempo a su programa actual, que es parte de las llamadas Abenomics, el programa económico del primer ministro Shinzo Abe.
En Inglaterra, la inflación de los últimos doce meses al mes de junio pasado, llegó a 1.9%, apenas una décima debajo de su meta inflacionaria (2%). Además la economía está creciendo, el desempleo ha bajado y hay síntomas de fuerte especulación en los bienes raíces. Diría que están juntando piezas para armar “un caso” para terminar con su escenario de tasas bajas. Ojo, va a ser una señal importante para los mercados: No es sólo la Fed, quien “dice cómo”. Suerte.