No le hagan al tonto con su replanteamiento al combate del crimen, éste no se va acabar hasta que los políticos eliminen de su actuar la corrupción, pues de ahí se deriva la impunidad lo que origina la violencia y por lo tanto la inseguridad.
En Córdoba sigue sin existir transparencia dentro del Ayuntamiento, al no entregar la nómina. Este medio recientemente publicó que había un “dobletero” o sea, un tipo que trabajaba en dos ayuntamientos, -en Córdoba, en el Instituto de la Juventud y en Ixhuatlán del Café como contralor municipal-, por lo que pasan y pasan las semanas y nadie lo castiga, al estar protegido por una red de complicidad, ya que el Alcalde al enterarse de esta anomalía debió correr por ineficiente y corrupto al Contralor de Córdoba, por no checar quiénes trabajan y cuántos faltan en el Ayuntamiento, además de tapar todas las irregularidades que existen.
Sin embargo, el Contralor no es el único que debió haber sido castigado, también su jefe inmediato Francisco Cessa (quién después de perder la diputación fue nombrado Director de Desarrollo Social como premio de consolación). ¿O qué no se daba cuenta que su subalterno no cumplía con los requisitos ni horarios? ¿Cuántos más habrá en esta situación? Sin transparentar no podremos saber cuántos muertos -registrados en la nómina- cobran el dinero de nuestros impuestos.
Que según el Instituto Federal Electoral (IFE) van a redistritar Córdoba, con el pretexto de pensar en las regiones indígenas y marginadas, pero realmente lo acomodan con tal de que distribuyan los votantes, según su conveniencia.
Es indignante lo que pasó ayer con los pensionados del Estado, pues después de varios días de esperar su pago, les avisaron que ya estaba, por lo cual muchos acudieron a cobrar y les salieron con que la cuenta no tenía fondos, esta situación es lamentable, ya que muchas personas sólo de eso viven, y por lo regular son de la tercera edad, ¡ah pero eso sí!, a los ex presidentes de la República les pagan puntualito sus más de 250 mil pesos, aunque algunos aún estén fuertes y en edad de seguir trabajando. Si tuvieran tantita vergüenza, donarían a algún asilo lo que les pagan, pues además de lo que se robaron siguen ordeñando al país, pero qué se puede esperar de los presidentes que son los culpables del Pobre México que tenemos y que seguiremos teniendo, a menos que los ciudadanos exijan y elijan cosas mejores para la Patria.