Camila Roxana, una menor de tres años de edad, era velada por su familia cuando despertó en medio de su funeral, lo que provocó una movilización intensa para trasladarla de regreso al Hospital Básico Comunitario del municipio de Salinas, en San Luis Potosí, donde un día antes la habían declarado como fallecida.
De acuerdo con los testimonios de Mary Jane Mendoza, la madre de la niña, Camilia empezó a sentirse mal el 17 de agosto. Presentaba vómito, fiebre y diarrea, por lo que decidió llevarla al médico más cercano, que se ubica a aproximadamente 40 kilómetros de La Herradura, el pueblo donde reside la familia en el municipio de Villa Ramos.
“Cuando agarré su cuerpo, la niña me abrazó y yo le dije al doctor que seguía viva, pero él me contestó que la soltara y me sacó para esperar el certificado”, contó la madre de la menor.