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Orizaba.- La vacunación contra el Covid-19 representa una de las mejores estrategias para el control de la enfermedad, su infección y severidad en el organismo, manifestó la investigadora adscrita al Instituto de Salud Pública (ISP), Hilda Montero Ladrón de Guevara, durante una conferencia virtual para personal de la UV.
Agregó que entre sus impactos se encuentra la generación de menos virus, debido a que los limita disminuyendo su propagación, así como la generación de variantes.
Dijo que su replicación se da principalmente en vías respiratorias y que la cepa Delta provoca fiebre, dolor de articulaciones, muscular y de cabeza, tos, pérdida de olfato y gusto, insuficiencia respiratoria, además de síntomas como daño al sistema nervioso y en órganos de la persona infectada por el virus.
Añadió que en el caso de la Ómicron, que desplazó a las demás variantes, provoca fiebre, dolor de articulaciones, muscular, de cabeza y garganta, además de tos.
Estrategias
Debido a que el SARS-CoV-2 puede infectar varias partes del cuerpo, la investigadora recomendó ventilar espacios para expulsar el virus o diluirlo, y para disminuir el riesgo de infección entre las personas.
Consideró que es importante informarse bien, con publicaciones basadas en evidencias científicas, y así evitar caer en la desinformación que existe.
Entre las medidas de protección citó el uso de cubrebocas, para evitar la salida de gotitas contaminadas y las infecciones previas a la fase sintomática, “es bueno usar una mascarilla quirúrgica y encima una de tela de algodón como protección”.
En cuanto a la desinfección de espacios, comentó que lo apropiado es utilizar productos aprobados por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos; en tanto que la desinfección aérea podría ser empleada en hospitales, pues constantemente hay infectados y existen procedimientos médicos que generan aerosoles que pueden contener SARS-CoV-2.
Prevención
Para la desinfección de manos, es importante hacerla con alcohol al 70 por ciento o gel con la misma cantidad de alcohol, y las superficies con alcohol en la misma cantidad o cloro al 0.01 por ciento.
Montero Ladrón de Guevara hizo hincapié en que los filtros no detectan a las personas asintomáticas, por lo que podrían ser poco útiles; no obstante, de no formarse una variante más agresiva, pronto podría dejar de usarse el cubrebocas para regresar “a la normalidad, pero en este momento la vacunación y la virulencia podrían generar muchas personas asintomáticas”.