AGENCIA
EEUU.- Un exempleado de la CIA fue condenado este miércoles por llevar a cabo la mayor filtración de datos clasificados en la historia de la agencia a Wikileaks.
Joshua Schulte, acusado de entregar datos clasificados a WikiLeaks, fue declarado culpable de recopilar y transmitir ilegalmente información de defensa nacional y de obstruir una investigación criminal y un procedimiento del gran jurado.
PARA SABER
Schulte había trabajado como ingeniero informático dentro del Centro de Inteligencia Cibernética de la CIA, y creó herramientas cibernéticas que podían captar datos de las computadoras sin ser detectados.
El exempleado de la CIA tenía acceso a “algunas de las herramientas cibernéticas de recopilación de inteligencia más valiosas del país, utilizadas para luchar contra las organizaciones terroristas y otras influencias malignas en todo el mundo”, explicó el fiscal estadounidense del Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams.
“Cuando Schulte comenzó a albergar resentimiento hacia la CIA, recogió de forma encubierta esas herramientas y las proporcionó a WikiLeaks, dando a conocer al público algunas de nuestras herramientas de inteligencia más críticas”, agregó Williams.
DISPUTAS
Los problemas de Schulte en la CIA comenzaron en el 2015, cuando tuvo una disputa con la dirección y con un compañero de trabajo, y acabó presentando una orden de alejamiento contra el compañero en un tribunal estatal, según muestran los registros judiciales.
Los investigadores resaltaron que Schulte robó herramientas cibernéticas y el código fuente y los transfirió a WikiLeaks, según los mismos registros judiciales.
Schulte abandonó la CIA en noviembre de 2016 y en marzo de 2017, WikiLeaks publicó la primera entrega de sus filtraciones de la Bóveda 7, que se originaron en dos programas a los que Schulte tuvo acceso, según muestran los registros judiciales.
WikiLeaks publicó un comunicado de prensa para acompañar la información, diciendo que los datos habían sido proporcionados de forma anónima por una fuente que quería plantear cuestiones de política, específicamente sobre si la CIA había sobrepasado sus capacidades de hackeo y excedido su autoridad.