La extracción de roca basáltica en la comunidad de Balzapote es un hecho consumado.
Desafortunadamente para los tuxtlecos y para los veracruzanos en este tema, no hay vuelta atrás.
La roca basáltica es una riqueza pétrea de la federación y sin deliberar en las secuelas con este material se ampliará el puerto de Veracruz.
La palabra del Presidente se cumple y se cumplirá.
Tristemente el gobierno de Enrique Peña Nieto se enneció en utilizar los peñascos de la comunidad costera de San Andrés Tuxtla.
Y así se hará.
Es más, los ejidatarios de Balzapote ya recibieron su efectivo para amainar los ánimos, y contra la madre tierra, Apiver ya está trabajando.
Quizás el fin de la extracción de roca sea para beneficios colectivos.
Quizás con esta obra se generen riquezas y se calme un poco el hambre de los veracruzanos.
Pero al tiempo, solo al tiempo, el destruir sólo una simple peña frente al mar traerá fatales consecuencias.
Simple. Ley de causa y efecto.
Sin ser un docto ambientalista, los simples mortales nos damos cuenta de este es un ecocidio.
O si es todo lo contrario ojalá que las autoridades al menos den una explicación de sus beneficios.
Por lo pronto, el propio alcalde sanandrescano Manuel Rosendo Pelayo demandó que la empresa encargada de este crimen ambiental ni siquiera ha solicitado permiso oficial al ayuntamiento.
Además, los tuxtlecos radicados en Xalapa se unieron para buscar y ofrecer alternativas.
Y bajo este tema el pasado 5 de julio cientos de personas marcharon por las principales calles de San Andrés Tuxtla para defender a la biosfera.
En esta marcha diversas asociaciones culturales, sociales, ambientales y ciudadanos comunes caminaron por las principales calles de esta población y convertidas en una sola voz reprocharon enérgicamente esta ladina violación a la naturaleza.
Puede ser que estas manifestaciones fueron algo retrasadas.
Desgraciadamente el decreto presidencial ya está listo.
Pero con esto se demuestra que la población no está sumisa y dejan ver que defienden con todo el equilibrio ecológico.
El movimiento de la “roca no se toca” en los Tuxtlas es un movimiento social único, y se encuentra recibiendo gran apoyo ciudadano.
Esperemos y esto no sea contaminado por personas claramente identificadas con algún partido político.
Sería fatal para este movimiento que la izquierda amañada se apodere de ellos.
Los ciudadanos esperamos que sigan así, sumando a todos los interesados.
Claro infortunio es que la roca ya se está tocando.
Pero para este movimiento colectivo existen más temas que atañen al cuidado natural.
En la Suiza Veracruzana aún se registra tala inmoderada, tráfico de especies exóticas, contaminación de los mantos acuíferos e incendios forestales.
En fin, existen tantos temas que atañen a este reducto de Selva.
Y estamos dispuestos, así como se defiende a la roca, a luchar por el equilibrio y cuidado ambiental.
Desde esta humilde trinchera, me uno a ellos.
A sus órdenes.
@IvanKalderon
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