El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo esta mañana que Ken Salazar, Embajador de Estados Unidos en México, “es mi amigo”. “Es un hombre bueno que viene de abajo”, agregó.
Y luego, a propósito de un reportaje de The New York Times que afirma que “hay preocupación” en los círculos de poder de Washington por la relación entre ambos, abundó: “A los conservadores, reaccionarios, quisieran tener un halcón de Embajador…”.
El Presidente reaccionó a un texto de Natalie Kitroeff y Maria Abi-Habib que dice: “El Embajador ha retomado las afirmaciones ya desacreditadas del robo de las elecciones que el Presidente mexicano emplea para azuzar la desconfianza en la democracia del país; ha cuestionado la integridad de una organización anticorrupción financiada por Estados Unidos que desafió al Presidente [Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, de Claudio X. González]; y ha causado una tormenta política al dar la impresión de que apoya una transformación energética a la que se opuso el Gobierno de Estados Unidos y ha guardado silencio mientras López Obrador ataca sin cesar a los periodistas”.