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Marginalia

Superiberia

 

El Skynet priista

 

El gigantesco garrafón que alberga al último bastión libre de la humanidad, el internet, está próximo a dejar de ser lo que hoy en día, torrent. Es decir, es, lo que hoy en día es.

Todo comenzó con la ya no tan famosa ley SOPA, que buscaba proteger los derechos de autor, porque ustedes se la pasan descargando sin pagar los discos de Espinosa Paz -ustedes, muy mal-. Allí figuró Alejandro Sanz que se proclamaba a favor de dicha ley en España -perdiendo al mismo tiempo miles de followers en tuiter, credibilidad como actor social y enlaces permanentes en Piratebay-, la ley se puso en marcha y lugares como Megaupload cayeron. Para los que no entienden muy bien lo que estoy diciendo; servidores online donde muchos subían contenidos para compartirlos libremente con otros usuarios de la red, fueron dados de baja, perdiéndose millones de contenidos en el proceso. Los foros y comunidades dedicadas a compartir los enlaces también comenzaron a desaparecer y mi colección de mangas online consecuentemente.

Pero como precuela de X-Men, ahí no paró la cosa, en varios países hubo un eco sobre esa ley y uno de los más absurdos -para eso y otras cuestiones- es México. Un año después, ya con el ciudadano licenciado Presidente constitucional -y probablemente reelegible- Don Copete Peña Nieto, se han puesto sobre la mesa de debates -y siestas ocasionales o sesión para jugar al Candy Crush- del Senado las reformas “estructurales” en materia de Telecomunicaciones. Su propuesta, la de Peña Nieto, viola libertades y derechos humanos, busca privatizar el internet como si fuera petróleo y por si fuera poco, instaurar monopolios en el único lugar donde se supone no los podría haber; en internet.

“Los concesionarios y los que presten servicio de acceso a internet podrán hacer ofertas diferenciadas según las necesidades de los segmentos de mercado o clientes, diferenciando los niveles de velocidad o calidad”, básicamente nos están diciendo que no solo vamos a tener uno de los servicios web más lentos y caros del mundo, sino que ahora, Telmex -y la muy triste competencia que hay- podrá definir si un sitio tiene mucho tráfico; permitirle gozar de una velocidad decente de internet previo inmensamente ridículo pago, o si un sitio es pequeño, limitarles la capacidad de difusión lo que no va a significar que paguen menos, van a jugar al balero con nuestra conectividad palabras más, palabras menos.

El internet ya puede ser comprado. El primer paso fue el pacto por México, después las reformas, con esto, los tentáculos priistas están ya muy expandidos, con su arma más poderosa: las leyes secundarias. Las letras chiquitas.

Este proceso permitirá que monopolios como Televisa puedan manipular los contenidos a los que tenemos acceso, vigilar cuánto consumimos y qué, controlar lo que es posible descargar a nuestros equipos y cobrarnos por cada click que hagamos. No era penal. Nos robaron el petróleo y próximamente ni quejarnos en twitter vamos a poder.

 

Futbol enchilante

Como quienes me conocen o leen hace tiempo saben, el soccer no es mi mayor pasión, pero mi novia me convenció de irnos al cine a ver un partido del chabacano mecánico y la experiencia me hizo quererlo tantito. Porque FIFA así lo quiso, es decir, por azares del destino, México terminó por enfrentarse a Holanda y vino a darnos una clara muestra y ejemplo y arquetipo de lo que el mexicano es en todos los ámbitos; dominador durante la mayor parte del partido, a 6 minutos del final lo perdió todo. Algo así como un “lástima Margarito” New Age. Y es que la inmensa cubeta de cangrejos enchipotlados que somos tiene un stiker por fuera que dice “autosabotaje incluido”. No es que se hayan tomado malas decisiones, no es que el pu… el árbitro haya marcado un penal inexistente cuando Robben le hizo al Fernando Platas, no es otra cosa que la mentalidad que tenemos en general; una vez que está la tarea casi concluida, nos vale. Me incluyo y varios cuentos sin terminar, lo avalan. En el deporte, en el bulevar de San Román -chiste local-, en los negocios, en casi todos los ámbitos de la cotidianeidad del mexicano, tendemos a dejar sin terminar las cosas. Nos justificamos siempre delegando la responsabilidad y culpas a otros, a los factores, al tigre que nos trató de morder aunque éramos vegetarianos, a lo que sea. Ojalá también nos privaticen esa cualidad y podamos trascender como país, no solo en el deporte, sino en todo.

 

Ley anti animales en circos

¿Y ahora de qué va a vivir Laura Bozzo?

 

Mexicanos encarcelados en el Mundial de Brasil

Bien muchachos, cada cuatro años hay que figurar sea como sea.

 

Y clausura del Mundial

“Si ya saben cómo es JLo, para qué la invitan?” Shakira.

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