Sandra g. Tehuintle
el buen tono
Orizaba.- El obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, realizó un llamado a la comunidad para que fortalezca los valores, la educación y otros factores en la familia por considerar que es aquí en donde se puede encontrar una respuesta a los graves problemas que hay en la sociedad.
“Yo no pierdo la esperanza, ni la Iglesia, ni nosotros cristianos que el mundo puede ser mejor si cuidamos la familia y el grave problema que tenemos en la sociedad empieza en ella, y las grandes esperanzas de un mundo mejor está en la familia”,
resaltó.
En el marco de la misa del mediodía desde la catedral de San Miguel Arcángel resaltó el festejo por el Día del Padre, “de modo especial oramos por todos los que han recibido esta maravillosa vocación y encomienda, que entregan su vida, que le ponen compromiso”.
Recordó que el padre “tiene que compartir entre los sentimientos y la disciplina entre el cariño y la fortaleza, todas esas situaciones que caracterizan en el caminar, le pedimos al padre bueno por intercesión de San José que les conceda un corazón cada vez más semejante al de Dios”.
También, “demos la vida en el servicio que te toca cada día, de tu casa, tu trabajo, dar educación a tus niños, corregir lo que se tiene que corregir, de ganarse el pan honradamente; los servicios que hacemos fuera de la familia, no solo en el trabajo, en la catequesis, en los ministerios, en los servicios sociales, cuidar el medio
ambiente”.
Mencionó que “no hay que esperar a que vengan las lluvias para que se rieguen los árboles, no hay que esperar a que vengan las lluvias para que nos barran las calles, aunque hay autoridades que se preocupan por tener limpia la ciudad, que haya católicos que se preocupen por tener limpia la ciudad, sí en Orizaba se preocupan, pero también en otros pueblos de la Diócesis y del mundo en donde nos
encontramos”.
“Eso es tomar la cruz, a veces es un poquito más complicada porque tienes que llevarla con tu esposo o esposa, a veces es en equipo, incluso en los límites más complicados, cuando nos llega la enfermedad, cuando nos vienen las crisis económicas, afectivas, cuántas veces tenemos que tomar la cruz para ser fuertes en nuestros valores y principios, ante una sociedad que abusa, que es comodina, que no valora la trascendencia”, concluyó.