Juan Meza
EL BUEN TONO
Tomatlán.- Sin obra alguna de relevancia, el gobierno del Petista Antonio Flores Cancino continúa provocando revuelo, y no por su capacidad política, sino por su sed desmedida de corrupción, importándole poco el daño que provoca a las arcas municipales.
Un tema de conversación en los pasillos del Ayuntamiento es la firma de dos nóminas, ambas con salarios y puestos diferentes, lo que daría a entender un delito, además que la suma en pago al mes podría ser mucho mayor.
Flores Cancino y sus más allegados han intentado hacer de las suyas y empiezan a enriquecerse con lo que pueden extraerle a tan pequeño pueblo.
En abril del 2020, como director de obras públicas en Chocamán, fue denunciado por habitantes al ocupar pipas de aquel municipio y llevarlas a Tomatlán, donde entregaba el vital líquido condicionando desde ese entonces el voto para su campaña, eso sin tomar en cuenta las millonarias observaciones que hizo el ORFIS a las obras del departamento que él tenía a su cargo.
En sus propuestas de campaña aseguraba que su prioridad sería el agua; ya siendo alcalde no da muestra ni interés en ningún tema, si no se refieren a obras públicas y el ocupar su maquinaria y equipo en ellas, cobrando altos honorarios a las arcas municipales, lo que significa que se autocontrata.
Ante los cuestionamientos sobre sus acciones, demuestra su cólera y poca tolerancia, ocasionando que muchos de los que en algún momento lo apoyaron, hoy decidieran alejarse al notar que no escucha razones ni le interesa nada que no tenga que ver con continuar llevando sus bolsillos.
Varios “abandonaron el barco” y otros están a punto; uno de los primeros fue el encargado de fomento agropecuario y después el chofer de la unidad de traslados, esto bajo el hostigamiento de quien dicen es “su consejero”.
También se habla sobre la fuerte presión a la encargada del registro civil, pues se argumenta que el alcalde pretende poner a un allegado en ese puesto.