AGENCIA
Irán.- Un tren, operado por la empresa estatal Ferrocarriles de la República Islámica y que llevaba unas 350 personas a bordo, cubría la ruta entre Tabas, que está a alrededor de 550 kilómetros al sureste de la capital, Teherán y Yazd, en el centro del país, impactó contra la excavadora en un paso subterráneo en una zona rural, lo que hizo que los vagones y los pasajeros saltaran por los aires.
“Los pasajeros botaban en el vagón como pelotas en el aire”, afirmó un pasajero, que no fue identificado.
La agencia noticiosa estatal IRNA hizo pública la cifra de 21 fallecidos citando a funcionarios de los servicios de emergencias.
Equipos de rescatistas con ambulancias y helicópteros se desplazaron hasta la remota zona, donde las comunicaciones son malas; más de una docena de personas estaban en estado crítico y algunas fueron trasladadas a hospitales locales.
Imágenes aéreas del lugar del desastre mostraron vagones tumbados sobre su costado y a algunos rescatistas corriendo hacia ellos mientras trataban de atender a los heridos.
La televisora estatal emitió más tarde imágenes de un hospital donde los heridos recibían tratamiento. Uno de ellos contó que sintió que el tren frenaba de forma repentina y después ralentizaba su marcha antes de descarrilar.
ACCIONES
El accidente está siendo investigado, las primeras informaciones sugirieron que el tren colisionó con una excavadora cerca de la vía, aunque no estuvo claro de inmediato qué hacía el vehículo tan cerca de los rieles por la noche.
El Presidente del país, Ebrahim Raisi, ofreció sus condolencias a las víctimas del accidente y anunció una investigación para determinar sus causas.