Mariana g. Hernández
el buen tono
Orizaba.- Habitantes de Orizaba y de Ixtaczoquitlán pidieron conocer el estudio de impacto ambiental del proyecto del tobogán y los permisos que emitió la Secretaría del Medio Ambiente en el Cerro de Escamela, debido a que temen que con este atractivo turístico se generen vibraciones que ocasionan el desprendimiento de rocas de grandes dimensiones, señaló el vecino de la zona
Canek Arenzano.
Precisó que esta petición la realizan derivado a que anteriormente en este sitio se dinamitaba, lo que provocaba la caída de rocas que ponían en riesgo a las familias que habitan cerca, por lo que esta acción fue cancelada.
Ahora con el proyecto del tobogán temen ocurra algo similar, toda vez que las vibraciones que con los trabajos de este nuevo atractivo turístico pueden generar el desprendimiento de rocas y afectar a las viviendas que se ubican cercar de la zona.
“Este proyecto no es nada nuevo, es de la administración pasada que no pudo cumplir con armar el tobogán, pero hay una preocupación porque están devastando árboles, hay una tala inmoderada para abrir caminos y trazar la ruta del atractivo turístico de Orizaba. Sin embargo, no tenemos información en lo absoluto de como se está haciendo realizando y quien otorgó los permisos”, acotó.
Reiteró que lo que más alarmante es salvaguardar uno de los pulmones que tiene la ciudad, como lo es el cerro de Escamela y otros que hay en la zona.
Comentó que mientras los ambientalistas piden cuidar y salvaguardar los pulmones de la región, en Orizaba se devastan para edificar atractivos turísticos. Mientras que Mendoza, Río Blanco y Nogales, sufren la falta de agua por la
deforestación.