Xalapa.- “También trabaja para el cártel el licenciado Marco Antonio Lezama Moo, quien fue subprocurador en Córdoba en el año 2008 a 2010”, exponen los sicarios.
Según el testimonio de Gustavo Cano Sánchez, “El Moneneque”, quien fue jefe de plaza en Córdoba, éste pagaba a Lezama Moo 80 mil pesos mensuales:
“Nos entregaba los vehículos que nos aseguraban sin hacer ningún trámite, así como los tráileres y dejar (sic) en libertad inmediata a miembros de La banda”.
Como muy cercano a Lezama Moo señaló a Lauro Ramos Olmos, quien era agente del Ministerio Público en Córdoba.
“Le pagamos la cantidad de 20 mil pesos mensuales. Se encargaba de entregarnos los oficios para liberar los vehículos asegurados y dejar en libertad a miembros que fueran detenidos”, destacó el semanario en su número 1881.
Ya investido como magistrado, Marco Antonio Lezama rechazó tener vínculos con la delincuencia organizada:
“Eso no tiene nada que ver, se trató de un chisme nada más, puro chisme, ahí no hubo más que puro chisme, se trató de una vacilada, pues después de que salí de Córdoba ya habían pasado siete subprocuradores y no aparecía ningún policía judicial en el asunto, quién sabe cómo le hicieron para hacer ese tipo de cosas los de la revista Proceso”.
Visiblemente irritado, Lezama dijo que los señalamientos no “empañan” su nombramiento, pues detalló que el escándalo en el que fue involucrado quedó aclarado, e incluso agradeció la confianza otorgada por el gobernador Duarte al proponerlo como magistrado.
“Es una gran satisfacción que el señor gobernador me haya propuesto para este cargo, pues para todo abogado la culminación de su carrera es llegar a ser magistrado, y siento que me he preparado toda la vida para este cargo, he estado en muchas trincheras y haremos (sic) un buen papel para servir a los veracruzanos”, ofreció.
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