Córdoba.- Familias asentadas en los márgenes de los ríos que atraviesan el municipio permanecen en constante riesgo. La temporada de ciclones y huracanes incrementa las condiciones de peligro para estas familias quienes se niegan abandonar “sus casas”.
Durante los últimos dos años los asentamientos en zonas de riesgo han ido en incremento. A finales del 2013 más de 20 familias se instalaron en las riberas del río Seco. A lo largo del río San Antonio existen aproximadamente unas 531 familias que habitan desde hace varios a pocos metros del margen de sus aguas.
La creciente de los niveles del agua se ha convertido en un factor de riesgo para todas estas familias. Hace un par de años el nivel del agua de San Antonio incrementó sus niveles a tal grado que terminó por destruir gran parte del fracasado paseo del río. Justo sobre la calle 6 actualmente se aprecian las tuberías y pedazos de tierra y piedras que se han ido acumulando por el arrastre del agua.
Bajo el pretexto de no contar con un sitio mejor para vivir estas familias exponen diariamente sus vidas. Las administraciones municipales poco han hecho; Protección Civil solo se encarga de repartir notificaciones para que en caso de que ocurra un desastre, se argumente que ellos advirtieron del posible riesgo.
Hasta esta fecha ninguno de los tres órdenes de gobiernos ha tomado cartas en el asunto, para regular aquellas viviendas en riberas de ríos. Sin embargo, cada época electoral existe la promesa de viviendas dignas para estas familias que solo se quedan con las promesas y un panorama incierto.
El Buen Tono