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¿Felicidad, Soledad y Vergüenza?

Superiberia

 

Uno de los graves conflictos  y malestares psicológicos a los que se enfrenta el individuo de nuestro tiempo en su vida cotidiana, es el conocimiento, comprensión, vivencia y obtención del ideal emblemático de la actualidad denominado, felicidad.

La felicidad en nuestro tiempo, pasa a ser sinónimo del encausamiento de un individualismo donde las relaciones son plásticas y desechables, esto es, que las vinculaciones realizadas son esporádicas, pasajeras y no significativas, productoras de identidades solitarias apoyadas por el slogan “no dependencias”, asegurando falsamente con ello la felicidad colectiva del “se tu mismo”; pero no todo queda en esté apartado, sino que va más allá con la exigencia que la cultura y sociedad hiper moderna plantea, mediante la obtención de bienes materiales, que a grandes rasgos otorga el ideal imposible de pretender alcanzar la felicidad, por medio de la adquisición y utilitarismo desmedido de todo lo que le rodea, generando con ello un atragantamiento en el individuo que no le permite crear disfrutes prolongados e identificar lo que a él esencialmente le satisface y motiva.

 Es por ello, que podemos ver al individuo consumir diversos artículos de moda sin control, lo que se entendería como “la compra de la felicidad”, con la esperanza de poder llenar un hueco existencial que no puede ser llenado, debido a que los valores espirituales y del si mismo han quedado de lado y abandonados, colocando ante esto un sentimiento de frustración a trasfondo y que se traducirá en posturas agresivas y de hostilidad consigo mismo, como tristeza, soledad y vergüenza al no poder alcanzar lo que la sociedad y el medio le exige de manera desmesurada y obligatoria.

 Otro segmento que es importante abordar en este pequeño esbozo, es la postura estoica y de moda de los positivistas con su “Piensa Positivo”, vacuna por excelencia en el adormecimiento del espíritu y las necesidades básicas. Con esta postura el individuo se engancha a un mundo de la evasión, negación y desconocimiento de si mismo y la realidad, escapando a la responsabilidad de ocuparse en sus malestares emocionales y existenciales, reprimiendo así la fecundación de sus virtudes y potencialidades. Ejemplo de esto es lo que podemos observar con los libros de autoayuda que intentan engañosamente brindar al individuo una felicidad de orden masivo, donde está es igual y del mismo tipo para todos, intentando moldear al lector como no pensante, sensible y altamente alienado. Postura que catalogaría con altos contenidos de agresión a nivel simbólico, puesto que el individuo es único y edificado por su propia historia y por lo tanto su felicidad será diferente a la de los demás.

 Y recordaré amigos míos, que quizá pueda engañarse a la entidad llamada consciente, pero jamás al inconsciente… ¿un aval?, los altos índices de depresión, ansiedad y psicopatías en el siglo XXI. Pues es en este siglo, donde el individuo experimenta la vergüenza y soledad por ser como todos… concretándose en personalidades depresivas a causa de traicionarse a si mismo y sus cualidades esenciales…

 

César Sinuhé Gómez Sánchez.
Psicólogo con Orientación Psicoanalítica.
712 04 21.

http://incientificasypsicoterapia.blogspot.mx

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