Juan José Enríquez
el buen tono
ORIZABA.- Ante el aumento en los casos de violencia, la Conferencia del Episcopado Mexicano reconoció que ha quedado demostrado que se están rebasando todos los límites de la violencia y del respeto humano.
El presidente del CEM y arzobispo de Monterrey, monseñor Rogelio Cabrera López, condenó el asesinato del sacerdote José Guadalupe Rivas, de la Arquidiócesis de Tijuana, y de la persona que lo acompañaba.
“Enviamos nuestras más sentidas condolencias a la familia del padre José Guadalupe y a la familia del otro hermano asesinado, lo mismo que al arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, y a toda su Iglesia. También nos entristece y nos alarma el asesinato de un niño de tres años dentro del templo de Nuestra Señora de Guadalupe en Fresnillo, Zacatecas, donde entraron hombres armados siguiendo a un hombre a quien dejaron herido. Vaya también nuestra condolencia a la familia de este pequeño niño”.
Los arzobispos y miembros del CEM, Gustavo Rodríguez Vega y Ramón Castro Castro, señalaron que es grave atentar contra un hombre de Dios y al atacar a otro dentro del templo del Señor, el cual merece todo su respeto.
“Volvemos a hacer un llamado a todos para deponer las armas y acabar con toda forma de violencia, pues todos podemos ser constructores de la paz. Nadie tiene derecho a atentar contra la vida de su hermano y no hay nada que justifique semejantes violencias”.
Hicieron saber que siguen en oración por sus para que encuentren los mejores caminos de pacificación y de seguridad que todos los mexicanos necesitan y desean.
“Oremos por los criminales para que se arrepientan y cambien de vida. Oremos por todos para que nos convirtamos en constructores de paz”.