Coscomatepec.- Personas con limitaciones físicas de este municipio se enfrentan a la discriminación al no poderse desplazar con facilidad por las calles de la ciudad.
La mayoría de las calles presentan desniveles o escalones, en algunos casos de más de un metro de altura, y en otros casos, están obstruidos por materiales de construcción, maleza o automóviles estacionados encima de las banquetas, además de que las rampas son casi inexistentes, y solo se pueden observar en las plazas Nicolás Bravo y Constitución.
Es común ver a personas que sufren diversas limitaciones motrices, apoyándose de muletas, sillas de ruedas o de algún otro aparato ortopédico, o bien, solamente paradas en las banquetas de sus casas ante la imposibilidad de salir más allá de ellas. Mientras tanto, quienes se aventuran, arriesgan su vida al desplazarse por debajo de las aceras, entre los vehículos, corriendo el riesgo de ser atropellados o sufrir una caída en las empedradas calles.
Algunas de las personas con limitaciones señalan que ya han hecho peticiones a administraciones anteriores para que construyan rampas y se coloquen señalamientos por lo menos en las calles principales de la ciudad, para que se les permita de esa manera el libre desplazamiento; sin embargo, la respuesta siempre ha sido negativa, poniendo como pretexto la falta de presupuesto para ese tipo de obras.
La realidad es que personas con capacidades diferentes no han visto respuesta de las autoridades, y con ayuda de su familia, algunos han podido adquirir un automóvil u otro tipo de transporte para desplazarse; sin embargo, cuando por alguna razón se les descomponen, tardan hasta 90 minutos en un recorrido que no debería tomar más de 30.
La situación de los niños que también sufren alguna discapacidad no es mejor, pues tienen que realizar diariamente un recorrido para asistir a sus escuelas, y esto representa un riesgo para su integridad física, sin tomar en cuenta que en toda la zona no existe un solo vehículo de transporte público que cuente con las adecuaciones necesarias para este tipo de ciudadanos.
Esto ha dejado en evidencia la actitud de las autoridades, de todos los niveles, ante esta situación que, lamentablemente, es muy común en casi toda la zona, y convierte en letra muerta su deber de promover un entorno que permita el libre acceso y desplazamiento a las personas con discapacidad, tal como lo marca la Ley Federal para la Prevención y Eliminación de la Discriminación.
Irvin Marcel
El Buen Tono