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Cañalcohol: un problema añejo

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Chocamán.- Diversas irregularidades, así como conflictos ambientales, sociales y legales, han envuelto a la alcoholera Cañalcohol desde su fundación en 1991, siendo un problema que ha persistido con el paso del tiempo. 

Al realizarse un recorrido por las colonias Rosa Mística, Garita y Cruz Blanca, lo primero que se percibe es un olor insoportable, con el cual los vecinos han debido convivir por años. Un tanto renuentes y poco abiertos al ser entrevistados por este medio de comunicación, comentaron que han perdido la esperanza de que esta empresa se vaya del lugar, pues creen que las personas que los “apoyaron” fueron sobornadas.

Una ciudadana, identificada como Claudia “X”, reveló que Octavio Sánchez fue una de las personas que encabezaron las protestas contra Cañalcohol, e incluso tenía ya toda la documentación que avalaba su cierre; sin embargo, de un momento a otro desistió de seguir con el proceso, por lo que supone fue sobornado.

Además de la alcoholera, vecinos deben lidiar con la cercanía del basurero municipal y de un quemador de pollos propiedad de una conocida empresa avícola, sin mencionar que sobre el camino que comunica a estas colonias, hay contenedores de vinaza expuestos al aire libre, los cuales emiten olores fuertes al pegarles la luz del sol. 

Miguel Pérez comentó que cuando llegaron a vivir a esa zona hace años, “en los arroyos había camarones de río, hoy si nos metemos, nos salen manchas y se ve el agua amarilla, incluso cuando llueve apesta feo”. Otra vecina comentó que cuando la pollera quema desechos y hace calor de noche, se juntan los tres aromas y se genera un fuerte hedor que provoca náuseas y dolores de cabeza; “es una peste que dan ganas de vomitar”, señaló. Dijo que al no poderse acostumbrar, ha intentado vender su propiedad, pero los compradores buscan adquirirla a bajo costo por la contaminación del área.

Irvin Marcel

El Buen Tono

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