Efraín Hernández
el buen tono
CÓRDOBA.- Vecinos de las colonias San Martín, San José de Tapia y Colinas de San José, Colonia Esperanza, Trapiche y Homex, se manifestaron ayer por la mañana en contra de la instalación de un basurero, el cual el Gobierno del Estado en coordinación con el Ayuntamiento pretende instalar cerca de sus casas.
Las autoridades municipales quieren instalar dicho tiradero frente a citado fraccionamiento Colinas de San José, lo que ha derivado que colonos tachen de mentiroso al presidente municipal Juan Martínez Flores, quien dio a conocer que ya contaba con los permisos necesarios para llevarlo a cabo.
Cerca de las 09:00 cerca de 40 personas caminaron por las principales calles de la ciudad, con lonas y pancartas en mano en donde se podía leer “No querernos el Centro de Transferencia de Basura”, “Homex no acepta el centro de transferencias de residuos sólidos”.
Una vez que arribaron al parque 21 de Mayo fueron llevados por personal de Atención Ciudadana al salón central, donde sostuvieron una reunión con Juan Martínez Flores, quien buscó por todos los medios convencer a los vecinos de que aceptaran dicha propuesta, la cual fue negada en su totalidad.
Al terminar la reunión los quejosos advirtieron que, en caso de que las autoridades no tomen en cuenta sus demandas, seguirán realizando manifestaciones, marchas y cierres de calles.
Por su parte la señora Concepción Muñoz, habitante de San José Tapia, denunció que la mayoría de los vecinos de las colonias antes mencionadas temen que los lixiviados puedan afectar los ríos cercanos, «va a apestar, según van a dar mantenimiento a las máquinas, pero si no hay agua para nosotros, qué le van a dar mantenimiento a las máquinas».
Cabe recordar que los habitantes de dicha colonia siempre han sufrido de robos a casa habitación, como la escasez de agua al igual que la falta de alumbrado público, algo que durante la campaña el ahora alcalde se había comprometido a realizar.
Durante la sesión que sostuvieron los habitantes lanzaban consignas como «Insensible y mentiroso», ya que el munícipe alardeaba que tenía el consentimiento de los pobladores, situación que no fue así.
